Empieza el juicio en Salta a Pablo Rangeón

Se realizará hasta el 22 de julio. El productor de modas está acusado de abusar al menos a seis mujeres.

Hoy comenzará el juicio contra el productor de modas salteño Pablo Rangeón. Se realizará hasta el 22 de julio. Está acusado de abusar de seis mujeres. Tres de ellas fueron violadas.

El Tribunal estará integrado por los jueces Gabriela Romero Nayar, Mónica Faber y Pablo Farah y según lo previsto, se desarrollará en la Sala de Grandes Juicios. El fiscal penal Pablo Rivero, representará al Ministerio Público Fiscal ante la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro.

Según lo trascendido en la prensa, luego de que se conociera la primera denuncia pública, el modus operando de Rangeón consistía en drogar a sus víctimas para luego violarlas. Muchas de ellas estaban vinculadas a la escuela de modelos que dirigía.

Los testimonios

La primera denunciante, una joven que trabajó para Rangeón, dijo que fue abusada sexualmente en reiteradas oportunidades. Le quebró dos dedos de la mano y la utilizó para captar otras mujeres. «Me mandaba a dejar su tarjeta personal en boliches para invitar a más jóvenes a que se sumen a la escuela de modelaje para después hacer lo mismo de siempre. Llevarlas a boliches, drogarlas y abusarlas», declaró esta mujer en uno de los testimonios que constan en el expediente que maneja el fiscal salteño Rodrigo González Miralpeix.

Esta misma joven relató que «una noche, en el boliche salteño ONE, Rangeón se enojó con ella por un motivo insignificante. El hombre se acercó en medio de la gente como para decirle algo al oído pero en lugar de eso le mordió la oreja y le arrancó un pedazo. La víctima tuvo que ser suturada y quedó con una cicatriz en su lóbulo derecho».

Otra de las denunciantes relató que en 2019, Rangeón, además de abusar de una modelo de su agencia, se aprovechó del estado de vulnerabilidad para además, robarle 40 mil pesos. Esa situación, ahora, le valió además de la causa por violación una por estafa, según indicó Infobae.

«Cuando terminamos una clase nos subió a cuatro alumnas a la camioneta para alcanzarnos al centro. Yo fui la última en bajarme. Me vio mal y me pregunto qué me pasaba y le conté que estaba sin casa. Me dijo ‘si querés vamos a mi casa, así la conocés y te la puedo alquilar’. Yo le dije que sí y nos dirigimos hasta barrio El Huaico, a un monoambiente. Llegamos al departamento y sacó de la heladera vodka y me convidó. Al principio le dije que no pero insistió y tomé. Era suave y rico. Luego me dijo que el alquiler era de $60 mil total. Le dije que por ahora podía darle 40 que tenía encima y le debía 20. El aceptó y le di el dinero. Hasta que en un momento me dice: ‘como a vos te falta plata, podemos arreglar’. Le respondo que no entiendo a qué se refiere hasta que me dice ‘dale, ya somos grandes’. Me agarra la cara y me da un pico. Ahí comenzó el infierno», relató la chica.

La víctima contó también los momentos posteriores: «Me encerré en el baño y le dije que me sentía muy incómoda, que me quería ir. Ahí abrí un poco la puerta y me dice: ‘Hija de puta, qué te venís a encerrar a mi casa’. Me agarró del cuello y me tiro contra la pileta. Me asusté y me puse a llorar. Me llevó del cuello hasta la cama y me tiró. Ahí fue cuando me violó. A mí solo me salía preguntarle por qué me hizo eso y él me respondía que no era ‘nada del otro mundo’. Después me senté en la punta de la cama y me sentí muy mareada».

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