SUBE EL SALARIO MÍNIMO VITAL Y MÓVIL

Cuánto sube, a cuánto se va y cómo se administran los tramos.

El Salario mínimo sube 45% en el año y en agosto vuelve a discutirse. El piso formal para los sueldos privados se elevará de los actuales 33 mil pesos a 47.850 recién en diciembre.

El salario mínimo subirá este año 45% y pasará de los actuales 33 mil pesos a $47.850 en diciembre. Lo acordaron ayer sindicalistas y empresarios en la primera convocatoria de 2022 del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que el Gobierno prometió volver a llamar hacia agosto para revisar su evolución comparada con la de la inflación. La suba, cinco puntos más de la pauta que proponía el Ejecutivo días atrás pero aún así muy por debajo de las previsiones inflacionarias de las consultoras privadas, se dará en cuatro tramos y contó con el aval de todos los reunidos ayer a excepción de la CTA Autónoma, que se abstuvo de votar.

El ajuste, cuyo mayor impacto será en el valor de los planes sociales (el salario social complementario equivale a medio sueldo mínimo) tendrá un primer tramo de 18% en abril; seguirá con 10% en junio y otro tanto en agosto, y culminará con 7% en diciembre. Pese estar en línea con lo acordado semanas atrás en la paritaria docente, el incremento fue pactado poco después de conocerse que la inflación de febrero que mide el INDEC se situó en 4,7 por ciento y acumuló 52,3% en los últimos doce meses.

“Guerra contra la inflación”: el Gobierno asegura que no descarta “ninguna medida”
A última hora de ayer Alberto Fernández citó en la Casa Rosada a las centrales obreras que participaron del acuerdo y les adelantó que el lunes las convocará junto a dirigentes empresarios a una “mesa chica” para delinear medidas de combate a la inflación. Tanto en el debate ante el Ministerio de Trabajo como en Gobierno ayer la administración del Frente de Todos revalidó un compromiso que sólo pudo cumplir parcialmente el año pasado: que los sueldos en 2022 deberán imponerse al aumento del costo de vida. En febrero el umbral de ingresos que evita la pobreza para una familia tipo de cuatro integrantes se ubicó en 78 mil pesos.

Con algunos cambios de nombres y la novedad de que este año la participación sindical incluyó mayor presencia de mujeres, la convocatoria volvió a reunir a las mismas instituciones de los últimos años: por la CGT el llamado incluyó a su actual triunvirato de líderes, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, junto a Antonio Caló, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez (se encontraba en Ginebra, en reunión de la OIT), Sergio Romero, José Luis Lingeri, Roberto Fernández, Noemí Geminiani, Gabriela Pérez, Mario Manrique (fue baleado el sábado y ayer se reponía internado en un centro médico), Noé Ruiz y Romina Santana; pore la CTA de los Trabajadores estuvo su secretario general, Hugo Yasky, mientras que por la CTA Autónoma hizo lo propio Ricardo Peidró.

Por la Unión Industrial fueron su presidente, Daniel Funes de Rioja, junto a Juan José Etala, Julio Cordero, Guillermo Moretti y Horacio Martínez; Carlos Etchezarreta por la Cámara de Comercio; Jorge Hulton, de la Construcción (Camarco), Ricardo Diab (Confederación de la Mediana Empresa), Carlos Achetoni (Federación Agraria), Abel Guerrieri (Sociedad Rural), Paulo Ares (Coninagro), Alberto Frola (Confederaciones Rurales), Verónica Sánchez (Cámara de hotelería y gastronomía), Javier Bolzico (bancos), Juan José Gabbi (Bolsa de Comercio) y Jaime Campos (Asociación Empresaria Argentina). El acuerdo fue sellado por el voto unánime de 31 de los miembros y sólo la abstención del representante de la CTA Autónoma.

Si bien ninguno de los participantes ayer del Consejo del Salario confía en que el 45% bastará para compensar el alza de los precios esperada para este año, el reaseguro de una nueva convocatoria hacia agosto convenció a la representación sindical de firmar la suba al menos como señal hacia el Gobierno en su actual declamada “guerra contra la inflación”. De hecho el año pasado el organismo que fija el piso salarial que paga el sector privado en la Argentina tuvo una primera deliberación en abril que arrojó una suba de 35% pero la aceleración inflacionaria obligó a una nueva instancia meses después para recién ahí fijar un 52,7 por ciento que alcanzó, a duras penas, para superar el índice del costo de vida anual, de 50,9 por ciento.

Las paritarias hasta ahora mostraron un comportamiento en ascenso, al igual que sucedió el año pasado, con la salvedad de que en apenas tres meses fueron superados por varios puntos los cierres del arranque de 2022. Así, la Federación de Aceiteros fue la primera organización nacional en pactar su ajuste salarial para este año en 39 por ciento. Le siguieron los docentes en su paritaria nacional, que fijó un incremento de 45,5 por ciento, y este martes cerró la Unión Obrera Metalúrgica un 45 por ciento de aumento.

Fuente: Ámbito

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