Por su parte, la brecha entre el dólar mayorista y el CCL se consolida en los dos dígitos, en un contexto en que el Gobierno volvió a intervenir sobre el tipo de cambio oficial para frenar las subas.
Se espera que la primera jornada de octubre sea de volatilidad para el dólar oficial y los financieros, que vienen de un martes en donde el tipo de cambio mayorista debió ser intervenido para que no volviera a tocar el techo de la banda y con una brecha contra el CCL que ya es de dos dígitos. En las primeras operaciones de este miércoles, el Banco Nación lo vende a $1.450, una suba de $50 contra ayer.
En este sentido, las compras limitadas que realizó el Tesoro, contrarias a las expectativas de la city, que esperaba que el Gobierno engrose sus reservas gracias a la liquidación extraordinaria de las cerealeras, sumaron más leña al fuego de una posible devaluación.
Dólar: presión sobre el oficial
Este miércoles, el dólar oficial se vende a $1.380 en el sector mayorista, luego de que tocara un pico de $1.450 sobre el mediodía de ayer. Poco después de que eso sucediera, operadores detectaron una «barrera» de órdenes de venta a $1.380, que desinflaron los precios hasta ubicarlos por debajo de los $1.400. De esa manera, cerró septiembre con una suba de 2,8% ($38).
En el sector minorista, la divisa norteamericana avanzó 3,3% el mes pasado, de acuerdo al promedio de bancos del BCRA, mientras que en el Banco Nación lo hizo 2,9%, al igual que lo hizo por extensión el dólar tarjeta.
Esta jornada, se vende a $1.406,78 y se compra a $1.351,11, según el relevamiento que realiza el Banco Central. Mientras, en el Banco Nación ya se mostraron las primeras fluctuaciones: sube 3,5% respecto a este martes, hasta los $1.450.
En este contexto, las billeteras virtuales encendieron la alarma este martes en el mercado al suspender la venta de dólar oficial. La medida disparó una ola de rumores en las redes y obligó al Central a salir a aclarar que no hubo cambios en la normativa. Según la autoridad monetaria, las billeteras estuvieron todo este tiempo haciendo una «interpretación errónea de la norma».