Con la designación de Nicolás Martorell en Gobierno, Agustina Agolio al frente de la nueva Secretaría de Turismo, Deportes y Cultura, y Gonzalo Corral en Cultura Activa, el intendente Emiliano Durand inició la “segunda etapa” de su administración. Búsqueda de eficiencia, recorte de costos y presencia en los barrios, las claves de la reestructuración.
Por Maira Lopez para Salta 12
En el segundo tramo de su mandato y con el presupuesto municipal recientemente aprobado, el intendente capitalino Emiliano Durand movió piezas clave de su gabinete. Los nombramientos, el rediseño de áreas y la creación de nuevas estructuras muestran una definición política que apunta a consolidar un perfil de gestión más territorial, con mayor control del gasto y con una narrativa centrada en la “cercanía con la gente” como principal activo.
El acto de jura, realizado la semana pasada en el Centro Cívico Municipal, formalizó tres cambios que venían gestándose desde hace semanas. El abogado Nicolás Martorell asumió como secretario de Gobierno; Agustina Agolio quedó al frente de una súper secretaría que unifica Turismo, Deportes y Cultura, y el exconcejal Gonzalo Corral desembarcó como coordinador de la Agencia Cultura Activa, en reemplazo de Ariana Benavidez, a quien el intendente agradeció públicamente por su trabajo.
Perfil joven, político y territorial
La llegada de Nicolás Martorell a la Secretaría de Gobierno es leída no solo como un recambio técnico, sino también como una apuesta política de peso. Martorell es abogado, egresado de la Universidad Católica de Salta (UCASAL), especializado en derecho previsional, con un máster en consultoría ejecutiva y coaching por la Universidad de Salamanca. Exdocente universitario y asesor de empresas privadas, forma parte del núcleo más cercano de Durand desde hace años.
En los pasillos municipales lo definen como “hombre de confianza” del intendente y uno de los responsables del trabajo territorial en barrios, con operativos de atención, cursos de formación y dispositivos de cercanía con vecinos. Desde el oficialismo su juventud es presentada como una señal de renovación de estilos dentro de la administración.
Tras jurar en el cargo, Martorell fue explícito sobre el sentido de su llegada al área más política del gabinete. Aseguró que los dos años que se avecinan “serán transformadores para la ciudad”, ya que darán continuidad al trabajo que se realizó en la primera etapa de la gestión.
“Me entusiasma formar parte de este equipo, porque es un equipo que apuesta”, indicó, agregando que un ejemplo clave es la inversión en la obra pública que se duplica para 2026. “Sin duda, eso es algo transformador, es algo que concreta una esperanza y se vuelve una realidad”, manifestó.
En un guiño a su rol dentro de la estructura política, añadió que formar parte del gabinete de Durand lo lleva a reafirmar su visión política, ligada a estar “muy cercana a la gente”, y a apostar “al estudio, al trabajo y a generar oportunidades”.
En el rediseño del área, la Secretaría de Gobierno absorberá nuevas responsabilidades: la Escuela de Emprendedores y los Centros Integradores Comunitarios (CIC), fortaleciendo su rol como puerta de entrada a las políticas sociales, de capacitación y de contacto con los barrios.
Una súper secretaría
El otro movimiento fuerte del gabinete es la concentración de áreas bajo una nueva Secretaría de Turismo, Deportes y Cultura, que estará a cargo de Agustina Agolio, anterior secretaria de Gobierno. La decisión implica unificar estructuras que antes funcionaban de manera más fragmentada y que, según el discurso oficial, generaban superposiciones de funciones y mayores costos operativos.
Agolio tendrá bajo su órbita al Ente de Turismo (que continuará siendo conducido por Fernando García Soria) y a la Agencia Salta Deportes (que seguirá a cargo de Ezequiel Barraguirre). El objetivo, según explicaron desde el municipio, es mejorar la coordinación, planificar de manera integrada y potenciar el impacto de las políticas públicas en estas áreas.
La propia funcionaria marcó el cambio de etapa con un diagnóstico crítico sobre la situación con la que se encontró la gestión al asumir. “Desde que iniciamos, hemos encontrado una Municipalidad cerrada, sin diálogo, con mucho conflicto. Y hoy podemos decir que no solamente tiene cercanía con el vecino, sino que escuchamos de puertas abiertas”, dijo.
De cara a los próximos dos años, señaló que se inaugura una nueva etapa en la Municipalidad. Dijo que en su nuevo rol trabajará “para poder potenciar estas áreas y que tengan más visibilidad, y además de trabajar de forma mucho más eficiente”, mediante la concentración de estas tres áreas.
En el trasfondo de esta decisión aparece un dato que el propio municipio reconoce: el contexto económico adverso. La caída del consumo, el tipo de cambio y la merma en el turismo interno obligan a buscar estrategias más agresivas para atraer visitantes. En ese marco, la nueva secretaria tendrá el desafío de impulsar eventos, convenciones, shows y actividades que movilicen la llegada de turistas y, al mismo tiempo, acerquen la propuesta cultural a los barrios.
“Refrescar” y “relanzar” la política cultural
El tercer movimiento fue el desembarco del exconcejal Gonzalo Corral como coordinador de la Agencia Cultura Activa. Reemplaza a Ariana Benavídez y llega con la misión explícita de “refrescar” y “relanzar” la política cultural de la ciudad, con foco en los barrios.
Su designación también responde a una lógica política, puesto que Corral fue uno de los defensores más firmes de la gestión de Durand desde el Concejo Deliberante y ahora pasa a integrar el Ejecutivo, cerrando un círculo de fidelidades.
En su discurso, sostuvo que afronta “un gran desafío”, que incluirá “aportar dinamismo e ingenio” a la gestión. Dijo que espera estar a la altura de su función, enalteciendo a la cultura como “una de las mayores y mejores herramientas” que tiene la ciudad. La apuesta, según el propio Corral, es transformar a la cultura en una herramienta de integración territorial, rompiendo la lógica de concentración de actividades en el casco céntrico.
De esta manera, Durand reacomoda su equipo con figuras de confianza y concentra resortes clave en áreas que le permiten un control más directo de la gestión territorial. En ese sentido, busca relanzar su gestión en un contexto económico complejo, blindar su estructura interna y llegar al tramo final del mandato con un gabinete más compacto, político y alineado con su propio estilo de conducción: menos burocracia, más territorio y un mensaje insistente de cercanía con la gente.