A través de un discurso de 15 minutos, el Presidente presentó el presupuesto 2026 y ratificó que «el rumbo económico está fijado en piedra». Tras la paliza electoral en la Provincia, reconoció que “que muchos argentinos no perciban en su realidad material”, las supuestas bonanzas del plan económico. «No aflojemos», pidió a los sectores ajustados, como los jubilados y la discapacidad, a los que les prometió aumentos. Hubo cacerolazos en algunos barrios de CABA.
El presidente Javier Milei montó una puesta en escena desde la Casa Rosada, y por cadena nacional, para presentar el presupuesto 2026. Atrincherado en su lógica de ajuste, de «déficit cero» y de desincentivar el consumo, después de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires y en medio de un malestar social que va en aumento, se vio obligado a mostrar algún gesto discursivo ante los sectores más castigados: los jubilados, las personas con discapacidad y la educación. Anunció, con miras a octubre, «aumentos por encima de la inflación», que de todas formas estarán lejos de compensar la pérdida de estos años. Pidió a la sociedad «no aflojar» y dejar al gobierno «terminar el proceso de cambio», para «en 30 años estar en el podio de las potencias mundiales». «Lo peor ya pasó», dijo, igual que lo hizo Mauricio Macri antes de perder las elecciones en 2019. Pero no era la primera vez que citaba al expresidente. Tanto él como el ministro Luis «Toto» Caputo vienen repitiendo esa frase desde mediados del año pasado. Mientras se emitía la cadena nacional en distintos barrios porteños y de la provincia de Buenos Aires hubo cacerolazos.
Milei anunció desde un atril ubicado en el Salón Blanco, y en soledad, que el Presupuesto 2026 «le asigna 4.8 billones de pesos a las Universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones un 5 por ciento y en salud un 17 por ciento, ambas partidas por encima de la inflación. El gasto en educación también aumenta un 8 por ciento por encima de la inflación. Por otro lado, habiendo realizado las auditorías pertinentes, el monto recibido por cada pensionado por discapacidad también aumentará en un 5 por ciento por encima de la inflación del 2026». Luego agregó: «En definitiva, si el presupuesto es el plan de gobierno y el 85 por ciento de este presupuesto será destinado a educación, salud y jubilaciones, eso quiere decir que la prioridad de este gobierno, tal como siempre dijimos, es el capital humano».
Se trató de un giro discursivo porque desde su entorno entendieron que los vetos en contra de los jubilados, los discapacitados y la educación universitaria fueron un golpe que les entró y que los perjudicó electoralmente. Sin embargo, distintos abogados y especialistas en políticas públicas no tardaron en responder y aseguraron que, si bien el mandatario anunció que el presupuesto para universidades y jubilaciones en el 2026 «será superior a la inflación proyectada», esa es una premisa falsa porque no que Milei no dijo es que «es una estimación de inflación ficticia subestimada».
El abogado Pablo Kosiner, por ejemplo, opinó: «Para el 2025 el gobierno proyectó una inflación del 18,3%, la acumulada ya a Agosto de 2025 es 19,5% y la estimación del propio Banco Central hoy es del 28,8% según expectativas del Mercado. Es decir, 10 % más de lo proyectado por el gobierno». Sebastián Soler, en la misma línea, completó: «Los ‘aumentos por encima de la inflación’ que anunció el Presidente no corrigen en nada las pérdidas contra la inflación de este año. Solo prometen estar por encima de la inflación anual que imaginan para el 2026».