Con una mayoría que superó los dos tercios, la oposición logró dejar al desnudo las mentiras de Milei sobre los fondos para el Garrahan y las Universidades. El Gobierno intentó varios manotazos de ahogado para blindarse, pero fracasó. Mal debut para Lisandro Catalán. La masiva marcha frente al Congreso fue clave para sostener el resultado.
La Cámara de Diputados le dió un golpe demoledor al oficialismo y puso freno a la motosierra que el gobierno ejecuta en salud y educación. Con una mayoría que superó los dos tercios, la oposición rechazó los vetos presidenciales a la Emergencia en Pediatría y al Financiamiento Universitario, dos temas que lograron movilizar a la calle y fracturar la estrategia libertaria. Ambos proyectos pasan ahora al Senado, que podría tratarlos el próximo 2 de octubre. El respaldo fue categórico: la ley que protege al Hospital Garrahan cosechó 181 votos a favor, frente a 60 en contra y una abstención. En tanto, la norma que garantiza la actualización de gastos universitarios y la recomposición salarial de docentes y no docentes se aprobó con 174 votos, contra 67 negativos y dos abstenciones. Los manotazos de último minuto del gobierno no alcanzaron. Los gobernadores se dieron vuelta, y los diputados de Innovación Federal y del nuevo armado «Provincias Unidas» se sumaron al bloque opositor. El flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, debutó con dos profundas derrotas pese al reparto de ATN y a las fotos que intentó capitalizar el fin de semana. El rechazo a los vetos expone al gobierno en su momento de mayor debilidad política jaqueado por los gobernadores y con una sociedad movilizada que logró torcerle el brazo. Además del rechazo a los vetos, la oposición aprobó la creación de una Comisión Investigadora por el Fentanilo contaminado y emplazó proyectos para interpelar a Karina Milei por las coimas en la Andis y avanzar con la ley que restringe el uso de los DNU.
Una vez más el Congreso amaneció vallado. El gobierno se preparaba para recibir el escarmiento del palacio y de la calle por ir en contra de la universidad pública y del hospital emblema de atención infantil. Pasada la una del mediodía, la oposición alcanzó el quórum sin contratiempos con 132 diputados en sus bancas. Solo La Libertad Avanza y sus aliados del PRO se negaron a dar quórum, con la excepción del larretista Álvaro González. Al oficialismo lo favorecieron las ausencias de diputados de gobernadores con compromisos electorales como Alfredo Cornejo, Leandro Zdero y Rogelio Frigerio aunque el mendocino le soltó la mano al oficialismo para la votación del Financiamiento universitario.
La oposición acordó discutir en conjunto el rechazo a los dos vetos de MIlei apenas iniciada la sesión. La votación fue una nueva paliza parlamentaria para el gobierno. La Emergencia en Pediatría cosechó 181 votos afirmativos de casi todos los espacios políticos, incluidos los “radicales con peluca” de la Liga del Interior, la UCR de Rodrigo De Loredo, los exlibertarios de Coherencia y el MID de Oscar Zago. Solo los libertarios y sus aliados del PRO votaron en contra, aunque hubo fugas significativas como las de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato, Héctor Baldassi, Gabriela Besana, Emmanuel Bianchetti, Sofía Brambilla, José Núñez y el propio Álvaro González. Alejandro Finocchiaro le recriminó a Lospennato su decisión de votar en contra del gobierno y la interna crujió a cielo abierto. Cristian Ritondo debió interceder. El cruce se viralizó en las redes sociales. La única abstención fue Karina Bachey del PRO.
El veto al financiamiento universitario también fue rechazado: obtuvo 174 votos a favor. Los 67 negativos provinieron del oficialismo y de los radicales para oficialistas de la Liga del Interior. Hubo además dos abstenciones: Ricardo Lopez Murphy y María Eugenia Vidal.