Libertarios anónimos se impusieron a los oficialismos | En la Ciudad de Salta, la ideología le ganó a los outsiders

Contra todos los pronósticos, La Libertad Avanza ganó todas las categorías ante candidatos que contaron con recursos y el empuje del gobernador y el intendente.

Bernardo Biella, Guillo Kriper, Vitín Lamberto y David Leiva eran los candidatos impulsados por Gustavo Sáenz y Emiliano Durand en la capital salteña. Todos llegaron a la política asegurando carecer de pasado político, jurando querer dejar atrás los vicios de la vieja política; o presentándose como los “hombres” o “chicos” simpáticos de programas de televisión o de la movida tropical. Siempre fueron los candidatos con mayor intención de voto sólo por ser más conocidos, y por ello eran los preferidos de los oficialismos vergonzantes que así pretendían mostrar que querían “renovar” la política con caras nuevas que no provenían de esa dimensión.

La pose les permitió a esos outsiders vivir varios años del Estado, pero la promesa dejó de funcionar este domingo. Fueron derrotados por personas casi anónimas que basaron su campaña asegurando ser parte de un partido altamente ideologizado como lo es La Libertad Avanza.

Roque Cornejo cosechó en la categoría senador poco más del 35 por ciento de los votos contra el 30 del oficialista Bernardo Biela; mientras un ignoto Claudio Cansino arañó el 35 superando al casi 29 que recolectaron los dos candidatos oficialistas Guillo Kriper (17) y Flavia Royón (casi el 12).

La paliza fue mayor en la categoría concejal: La Libertad Avanza alcanzó un 35,54 por ciento de los votos contra el 18 del oficialista Vitín Lamberto y el casi 12 de David Leiva, ambos impulsados por el Grand Bourg y el Centro Cívico Municipal.

El triunfo de Milei hace dos años inauguró una etapa que hoy se confirmó en la provincia: la resurrección de un ideologismo rancio que se aferra a fórmulas que se presentan como verdades absolutas y que echan mano de argumentaciones que en modo catecismo nutren a los votantes de definiciones cortas y de fácil memorización.

Ello terminó por imponerse ante candidatos “antipolítica” que lejos de debatir sólo apelaban a pequeños axiomas, apelativos o frases publicitarias. Los resultados de ayer dieron una sonora bofetada a esa política degradada y anuncia que ha llegado el momento de otra cosa para el oficialismo y todos los que deseen enfrentar a los libertarios: dar lugar a hombres y mujeres capaces de transmitir ideas profundas de confrontación y debate.

Fuente: Cuarto

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