Estaba internado en el Sanatorio Güemes cuando falleció.
Murió Carlitos Balá: su carrera y las frases que acompañaron a varias generaciones
Fue internado el jueves a la noche. “¿Qué gusto tiene la sal?” y sus frases más recordadas. Su faceta como actor y el cine pro-dictadura. El homenaje de la línea de colectivos 39.
El humorista, actor, músico y animador infantil Carlitos Balá falleció este jueves, confirmó su nieta. Se encontraba internado en el Sanatorio Güemes, adonde llegó el jueves a última hora porque tenía algunos dolores y mareos. “Estamos devastados pero unidos y así se fue él, con la familia unida y mucho amor“, confirmó Laura Gelfi.
Balá había pasado a la fama con el mítico “Show de Carlitos Balá“, un emblema de la infancia para muchas generaciones.
Las frases de Carlitos Balá: “sumbudrule”, “Angueto quedate quieto” y “¿Qué gusto tiene la sal?”
Carlitos Balá fue autor de frases que quedarán para siempre en la memoria de los argentinos que crecieron junto a él, como “sumbudrule“, “Angueto quedate quieto” y “¿Qué gusto tiene la sal?”
Instauró también el “chupetómetro” para que niños y niñas dejaran allí sus chupetes. Su recordada frase “¡¡¿Qué gusto tiene la sal?!!” quedó ligada para siempre a la respuesta que todos le daban al unísono: “¡¡¡Salaaaado!!!”.
Su faceta como actor y el cine pro-dictadura
La historia del cine nacional durante la época de la dictadura militar estuvo signada por ficciones políticas “escasas, estéticamente pobres y temáticamente limitadas por la censura y la autocensura”, describe Fernando Varea en su libro El cine argentino durante la dictadura militar (2006), y Carlitos Balá fue uno de sus protagonistas.
Varea indica que en esa época muchos directores de cine optaron por el exilio. Por el contrario Ramón “Palito” Ortega —con su productora Chango Producciones, creada en el año del golpe de Estado y que funcionó casi exclusivamente durante la dictadura— produjo, dirigió y protagonizó, junto a Carlitos Balá, películas que hacían referencia y alusión positiva a las Fuerzas Armadas, como las nefastas Dos Locos del aire (1976) o Brigada en acción (1977).
Carlitos Balá iluminado a los 97 años y homenajeado en la linea 39
“Con mucha tristeza despedimos a Carlitos Balá, nuestro pasajero más famoso, quien inició su carrera en nuestros colectivos. ¡Hasta siempre Carlitos!“, publicó desde su página oficial de Facebook la Línea 39 de colectivos, que une los barrios porteños de Chacarita con Barracas y La Boca.
Asimismo, la cuenta virtual compartió una foto con la descripción: “Choferes, vecinos y fanáticos dejan flores y mensajes en la placa homenaje a Carlitos Balá de nuestra terminal de Chacarita“.
Hace poco más de un mes, el 13 de agosto, Carlitos Balá cumplió 97 años y fue homenajeado en la terminal de la línea de colectivos 39 por iniciativa del Grupo Octubre y la empresa de transporte.
Desde ese día, la obra “Carlitos Balá Iluminado” se encuentra en la esquina porteña de Jorge Newery y Guevara para recordar que el artista dio sus primeros shows callejeros en las unidades de esa línea de colectivos.
La obra fue realizada por escultor Alejandro Marmo, autor también del mural de Evita que se encuentra en el exMinisterio de Obras Públicas, sobre la avenida 9 de Julio.
Otras obras de la serie “Los iluminados”, que se encuentran en distintos puntos de la Ciudad de Bueons Aires, rinden homenaje a figuras destacadas como Luca Prodan, Gustavo Cerati, Charly Garcia, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Juan Alberto Badía y Diego Maradona, entre otros.
“Carlitos Bala es como Charles Chaplin con perfume argentino. Iluminó generaciones y la profundidad de su huella en el camino de las infancias marcó a los adultos que ahora juegan a ser niños”, fueron las palabras del artista Alejandro Marmo durante el acto de inauguración.
Los inicios de Carlitos Balá en la Línea 39
Nacido en el barrio porteño de la Chacarita, Carlitos Balá empezó a dar indicios de su talento para hacer reír a la gente con un sano humor a través de los monólogos y chistes que realizaba a bordo de la Línea 39 de colectivos. Aquella fue la estrategia que eligió cuando tenía poco más de 20 años para empezar a perder el miedo a los escenarios y la timidez, ya que estaba decidido a convertirse en artista.
“Soy una persona tímida, pero como soy actor trato de disimularlo lo más posible. Como la timidez no me dejaba subir a un escenario porque temblaba como una hoja, yo exterioriza mi vocación de actor cómico en un lugar donde no sea un escenario: la calle, una fiesta familiar, un colectivo, un tranvía ,un ómnibus”, explicó por 1975 en el programa Grandes Valores del Tango.
Los pasajeros se divertían mucho con la comedia de Carlos Salim Balaá Boglich, como era más conocido por aquel entonces. Con el tiempo, su sonrisa y sus chistes comenzaron a hacerse eco entre los viajantes, y el rostro comenzó a tomar un nombre: “Carlitos”, según sus amigos colectiveros y vecinos del barrio.
“Los hacía divertir un poco. Había gente que se pasaba de recorrido, iban hasta Constitución y se iban hasta Barracas escuchándome a mí. ‘¡Por este estupido me pasé como diez cuadras!’”, relataba Balá entre risas. No obstante, reconocía que al fin y al cabo, los colectiveros se peleaban por llevarlo.
Durante el recorrido que hacían las unidades desde Chacarita hacia Barracas y La Boca, Carlitos bromeaba con los choferes y los propios pasajeros. A los conductores que recién se iniciaban en la empresa, él tenía la tarea de “bautizarlos” -así se refería a las bromas pesadas que le hacían a los nuevos-. A veces se sentaba detrás de un pasajero y le tomaba el pelo pidiéndole cada cinco cuadras que abra o cierre una ventana, en cada oportunidad con una excusa diferente. “¡Terminala porque te tiro abajo del colectivo, me tenés cansado!”, le terminaban contestando, aseguraba, después de molestarlos un rato.
Una de sus anécdotas más conocidas con los choferes de esa línea era la de colectivo haciéndose pasar por un pasajero más que le preguntaba insistentemente cuánto faltaba para llegar a Plaza Constitución, cuando ya habían pasado esa parada, y el chofer le contestaba que todavía faltaba un rato. Balá terminaba recibiendo el apoyo de los otros pasajeros. “Él sólo iba a divertir a la gente”, aseguraban.
En 2011, la línea 39 homenajeó al cómico con calcos de él en todas sus unidades por motivo del festejo de su cumpleaños número 86. Luego, las dejaron pegadas para homenajearlo todos los días. Años más tarde, se sumaron nuevos y más grandes calcos en las lunetas de otros colectivos. “Son recuerdos que jamás se borrarán“, expresó el ídolo popular en una ocasión sobre el cariño recibido durante tantos años por sus vecinos, colectiveros y pasajeros.
Fuente: Página12