Homenaje a las víctimas de la masacre de Palomitas 

Organismos de derechos humanos de Salta realizarán mañana dos actividades para recordar a las once personas asesinadas en la Masacre de Palomitas, de cuya ejecución se cumplirán 47 años el 6 de julio. 

Para informar sobre ese recordatorio Nora Leonard, Elena Rivero y Blanca “Nenina” Lescano, referentas de organizaciones de derechos humanos de la provincia ofrecieron ayer una conferencia de prensa. Lo hicieron en compañía de la ex detenida jujeña Nora Ferreyra, integrante de la Red por el Derecho a la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, para llamar la atención sobre las violaciones a derechos humanos que se están cometiendo en estos días en la provincia de Jujuy. 

Nora Leonard informó que mañana las actividades comenzarán a las 9.30 con la colocación de una baldosa en memoria del médico tucumano Alberto Savransky, uno de los asesinados por un grupo de tareas compuesto por militares y miembros de la Policía de Salta en cercanías del paraje Palomitas, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Salta.

“Era un compañero médico, montonero, que había luchado muchísimo; respetado, querido por todos. Dejó todos sus privilegios de clase para dedicarse a la lucha”, describió Leonard. La baldosa se descubrirá cerca de donde él vivía, en la Plazoleta Gómez Recio, en el barrio Puertezuelo Sur, en el acceso a la ciudad de Salta.

A las 10.30 comenzará el acto central en el Mural de Palomitas, en el Parque San Martín, lugar donde se leerá un documento único de todas las organizaciones de derechos humanos de la provincia y se recordará a cada una de las personas asesinadas en Palomitas, María Amaru Luque, Benjamín Ávila, José Povolo, Celia Leonard, María del Carmen Alonso, Roberto Oglietti, Rodolfo Pedro Usinger, Alberto Simón Savransky, Georgina Droz, Evangelina Botta y Pablo Outes. Todas estaban detenidas en la Unidad Carcelaria N° 1, más conocida como penal de Villa Las Rosas, de la ciudad de Salta. Todas estas detenciones se habían legalizado y estaban bajo la protección del entonces juez federal de Salta, Ricardo Lona (f). El acto terminará con canciones interpretadas por Diego León. 

Una regresión de la democracia 

Nora Leonard encontró similitudes entre la violencia de aquellos años de terrorismo estatal que enmarcan la matanza de Palomitas, cometida el 6 de julio de 1976 por un grupo de tareas integrado por militares y policías de Salta, con la represión que viene ejecutándose desde mediados de junio en Jujuy. “Por ejemplo, han hecho cosas totalmente ilegales, como usar vehículos de empresas sin patente”, sin respeto a la Constitución argentina, sostuvo. “Esa reforma de la Constitución de Jujuy es totalmente ilegal y se contradice con la Constitución nacional”.

Nora Ferreyra coincidió: “El espíritu de Pedro Blaquier aún sigue vivo”, aseguró. El poderoso propietario del Ingenio Ledesma murió sin ser juzgado por los crímenes que se le atribuían en el marco del terrorismo estatal. “La metodología que utilizaron en la época del terrorismo de Estado de nuestra época, que hemos sido víctimas”, “hoy nuevamente, a 40 años de democracia”, se sufre otra vez: “somos víctimas de ese mismo operativo de camionetas ilegales, apremios ilegales, allanamientos ilegales, a los jóvenes que les tiraron balines en los ojos. Hay muchos jóvenes con el ojo que está en tratamiento, otros que ya han perdido el ojo”, relató. Además, la policía entró “a las casas sin orden judicial”. “Todo esto que ha ocurrido en Jujuy es exactamente como ya lo habíamos vivido en el terrorismo de Estado”, ratificó.

Ferreyra consideró que por esto es necesario “sembrar memoria”, para que no se olviden los terribles crímenes cometidos por quienes dieron el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y ejecutaron un plan de exterminio de personas. “Se olvidaron de lo que hizo Blaquier y otras empresas, ayudar y estar al lado del terrorismo de Estado”, lamentó.

Asimismo adhirió a la idea de que “Jujuy es un laboratorio” del avance de la derecha. “Si nosotros dejamos pasar, se va a dar a lo largo y ancho de todo el país. Porque el caso realmente de Jujuy es que vienen por el litio, es que están allanando el camino a lo largo y ancho del país. Salta va a ser otra de las provincias, Catamarca, las que tenemos litio, están allanando el camino a las multinacionales y por eso es que hemos retrocedido en derechos humanos, por eso hay allanamiento. Todo es ilegal, reformando hasta una Constitución para que puedan saquearnos, contaminar nuestras aguas”, insistió.

Nenina Lescano destacó a su turno que es necesario tener en cuenta “en qué contexto político se está hablando de los 40 años de democracia y de la Masacre de Palomitas”. Es un contexto de “represión”. “Hemos hecho una regresión en lo que hace a la democracia con las instituciones de la democracia”, aseguró. Recordó que en Salta “hubo represión, hubo una ley específica de represión (que fue vetada parcialmente por el gobernador Gustavo Sáenz), hubo 20 docentes detenidos golpeados”.

En cuanto a la Masacre, recordó que las cinco mujeres y seis hombres asesinados, fueron detenidos en el marco del Operativo Independenica, antes del golpe de Estado. Es decir, memoró, que la represión empezó antes de la dictadura, con un gobierno democrático, “cuando se interviene la provincia”, en noviembre de 1974, y “empiezan a levantar gente”, a “entrar en los domicilios, llevarse la gente, tener infiltrados”. “Todo eso ocurrió durante lo que fue la intervención del gobierno de (Miguel) Ragone, lo que supuestamente era democracia”, advirtió, a propósito del recrudecimiento de la represión en Jujuy.

Lescano lamentó que a 40 años de democracia, no solo haya “negacionismo”, sino que “va más allá” porque se cambia la Constitución en Jujuy, y “le dan toda clase de atribuciones al gobierno de (Gerardo) Morales”. También advirtió en este sentido que a pesar de que ya hay leyes represivas, “se avanza sobre sistemas legales” que pretenden legalizar la represión. “Eso es lo preocupante”, aseguró.

“Y justamente, porque estamos preocupados, estamos tratando de coordinar con otras organizaciones, del NOA y del NEA, porque aquí la democracia y la legalidad no la defendemos solamente las asociaciones de derechos humanos, la tiene que defender la sociedad”, agregó Elena Rivero. 

Señaló que esta sociedad “se ha acostumbrado a estos discursos de odio, donde un candidato para las próximas elecciones muestra así como una cosa muy buena, cómo ha reprimido a su provincia”. 

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