En el mercado se observa que no sería sostenible un incremento de las compras del exterior como el de este año. Los bienes terminados crecieron 62% anual y los autos 121% anual. Los precios internacionales salvaron a Luis Caputo en 2025.
Más allá de las quejas de los industriales locales por el incremento desmedido de las importaciones –que genera cierre de fábricas o empresas que dejan de producir y se ponen a comprar desde el exterior–, en el mercado ya se advierte que esa dinámica puede herir de muerte a la única fuente de dólares genuinos que tiene la Argentina, es decir, el superávit de balanza comercial.
El problema es de doble mano: por un lado, las exportaciones, creciendo al 8% anual en el acumulado de 10 meses, no son suficientes para sostener una dinámica de crecimiento de casi el 30% de las compras. Y es que, si bien el ministro de Economía, Luis Caputo, decía días atrás que una economía que tiene un tipo de cambio atrasado no exporta como lo está haciendo el país, la realidad es que si se quita de la ecuación a la soja y la energía, el resto de los sectores están estancados o en caída.
Por el lado de las importaciones, se está registrando un crecimiento desmesurado del 62% en cantidades de bienes terminados y del 121% en autos. Si bien la Argentina tuvo en los primeros 10 meses un superávit de balanza comercial de unos u$s6.800 millones, la realidad es que eso se debe a una mejora de los términos de intercambio. El precio de lo importado bajó un 5,3% contra una caída del 0,3% del precio de las exportaciones.
Martín Polo, economista de Cohen Aliados Financieros, expresó esta preocupación por la elasticidad de las importaciones a un grupo de inversores esta semana. “El Producto Bruto crece al 3,5% y las importaciones casi al 30%”, advirtió Polo, quien consideró que “hay un problema con el complejo importador”.
El analista advirtió que “de no ser por la mejora de los términos de intercambio, el superávit de balanza acumulado de u$s6.800 millones bajaría a u$s3.500 millones”.
“Lo que preocupa es la dinámica de las cantidades. Las cantidades crecieron al 36%. Es cierto que crecieron las importaciones de bienes de capital, que es una buena noticia, pero hay que tener cuidado porque bienes de consumo y autos vienen volando”, planteó.
De hecho, en el primero de los casos –los productos finales de consumo– crecen 62,8%, mientras que los autos lo hacen al 121%. “¿Qué pasa si en 2026 no se logra bajar esto? Se nos derrumba el saldo comercial”, advirtió Polo.
Sin garantía de exportaciones
Hay que tomar en cuenta que las exportaciones tampoco garantizan el sostenimiento del superávit comercial del 2026. El 8% de incremento del 2025 se explica por una suba del 15% en valor del sector agropecuario primario y del 12,8% en Combustible y Energía, según los datos del comercio exterior que brinda el INDEC.
Las exportaciones industriales cayeron 1,3% en cantidades. Sobreviven porque el precio subió 7,7%, lo que dio una mejora del 6,3% en valores. Este año, el superávit de energía es de u$s6.075 millones, mientras que el balance del comercio total fue de u$s6.800. Se podría decir que, sin Vaca Muerta, la Argentina hubiera sido deficitaria este año en dólares.
Fuente: Ambito