Bajan las perspectivas de crecimiento económico y alertan por el impacto en la recaudación

La suba de las tasas encarece el crédito, que fue el principal driver de la suba de la actividad en los últimos meses. La caída de la economía provocará una reducción en la recaudación.

El Gobierno apunta todos los cañones para contener el dólar y así poder llegar a las elecciones de octubre con la inflación a raya. Aun cuando esto merme la actividad económica, algo que los últimos datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) comienzan a vislumbrar y las consultoras privadas estiman que en los próximos meses el índice continúe en desaceleración respecto a lo registrado a comienzos de año y complique la recaudación y meta presión al resultado fiscal.

En el primer semestre la economía creció 6,2% interanual, explicado en gran medida por la baja base de comparación de 2024. “No obstante, de cumplirse la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) de un crecimiento anual de 5,5%, ello implicaría que la actividad continuará descendiendo en los próximos meses, dejando poco margen para interpretaciones optimistas”, señaló Vectorial en su último informe semanal.

Leo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (Cepec), sostuvo respecto a la dinámica de la actividad en diálogo con PERFIL que “el 6,2% interanual del primer semestre fue muy elevado, pero difícilmente se sostenga en la segunda parte del año. Aun si se cumple la meta del 5,5% anual, eso implica que los próximos meses mostrarán una desaceleración marcada”.

La actividad económica cayó 0,7% mensual en junio según el INDEC

El equipo económico decidió acelerar la desinflación en la previa a las elecciones (o evitar una aceleración desmedida) en la previa de las elecciones, pero los analistas advierten que tendrá costos en términos de actividad. La suba de tasas, para secar la plaza de pesos y evitar un traslado al dólar, los economistas sostienen que terminará impactando en el encarecimiento del crédito, que fue uno de los principales drivers de la recuperación económica de los últimos meses, sobre todo hasta finales del año pasado. A su vez, el congelamiento de los salarios, con el Gobierno evitando homologar paritarias superiores al 1%, impedirá revertir la caída del consumo.

“Estimamos un sendero volátil, con altas y bajas, que difícilmente implique un crecimiento sostenido y pujante en los próximos meses. Proyectamos un crecimiento en torno al 4,5%-5% anual para 2025”, estimó LCG. En tanto, JP Morgan publicó un informe donde recortó su proyección de crecimiento de la economía argentina para 2025 al 4,7%, en lugar del 5,3% que figuraban en trabajos anteriores y aprovechó para marcar la desaceleración de la economía en el segundo trimestre de este año, además de la volatilidad de las tasas.

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