El feminismo vuelve a las calles. En un momento crítico para el planeta la lucha de las mujeres continúa siendo el motor de las conquistas sociales.
La pandemia, la guerra, el cambio climático, la crisis económica, todas afectan a la humanidad pero impactan con mucha más fuerza en las mujeres.
En el siglo 21 la desigualdad de género sigue manifestándose en el mercado laboral, en los salarios y en el acceso a la salud y a la justicia.
América Latina es una de las regiones más violentas para las mujeres. Los datos de femicidios son alarmantes. Honduras, El Salvador y República Dominicana, registran las tasas más altas de la región, según la Cepal.
En lo económico, la brecha se amplió durante la pandemia. De acuerdo a un informe del Banco Mundial, las mujeres tienen mayor probabilidad de ser pobres que los hombres. Y en un contexto de crisis climática, son ellas las que más dependen de los recursos naturales en riesgo, especialmente, en las zonas rurales.
Más de 143 millones de personas podrían ser desplazadas para el año 2050 debido al cambio climático. La mayoría serán mujeres, niños y niñas.
Este año, el tema de Naciones Unidas para el Día Internacional de la Mujer, es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”. ONU Mujer, propone que las soluciones para combatir el cambio climático sean aportadas por las mujeres indígenas y rurales. Sus saberes milenarios enseñan sobre la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria.
Los movimientos feministas han potenciado el debate político de los últimos años en la región. En Colombia, la lucha contra el patriarcado logró una nueva conquista. La Corte Constitucional despenalizó el aborto hasta la semana 24.
El 11 de marzo asumirá en Chile el gabinete con más mujeres que hombres del continente. Una instancia a la que se llegó producto de las revueltas sociales donde los movimientos feministas tuvieron un rol protagónico.“Tómense en serio al feminismo”, lanzó el joven presidente electo de ese país, Gabriel Boric. De manera transversal, la nueva Constitución chilena redactada en democracia tendrá perspectiva de género.
La desigualdad de género también tiene costos económicos a nivel global. En el ámbito del trabajo, el feminismo aporta creatividad y nuevos enfoques. Si las mujeres tuvieran más oportunidades laborales, el Producto Bruto Interno a nivel internacional podría duplicarse, concluye un trabajo del Banco Mundial.
La educación es otro de los desafíos para acortar la brecha. En muchos países, el nivel de formación promedio de las niñas sigue siendo más bajo que el de los niños; y las mujeres adultas están menos alfabetizadas que los hombres. Casi dos tercios de los 781 millones de adultos analfabetos del mundo son mujeres, según publica la confederación internacional Oxfam.
Para la Unesco la revolución digital será inteligente si incluye a la mujer. Un informe reveló que las niñas y mujeres siguen estando insuficientemente representadas en el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
ONU Mujer destaca que los conflictos armados, como el que actualmente protagonizan Ucrania y Rusia, tienen consecuencias devastadoras para las mujeres. Con frecuencia, representan la mayor parte de las personas desplazadas y refugiadas. A esta situación de vulnerabilidad también se suman episodios de abusos y discriminación racial.
Los feminismos vuelven a salir a las calles este 8M después de dos años de pandemia. En Argentina “la deuda es con nosotres”, en Colombia celebran la despenalización del aborto, en Chile la redacción de la nueva carta magna y en Brasil, son ellas quienes lideran la campaña electoral al grito de “fuera Bolsonaro”.
La lucha feminista atraviesa todas las otras demandas sociales que aún continúan sin respuestas. Un planeta más humanitario será posible con igualdad de género.