Los chats revelados por Lourdes Arrieta muestran los pasos previos a la visita al penal federal que hicieron legisladores libertarios. Orozco había negado haber formado parte, pero la información conocida este fin de semana la compromete aún más y la involucra en el armado de una posible ley para que los represores de la dictadura salgan en libertad.
Hay que ver de qué se va a disfrazar ahora Emilia Orozco, la diputada nacional por Salta de La Libertad Avanza que había negado toda participación en las reuniones previas a la visita a los represores condenados por delitos de lesa humanidad, luego de la revelación de nueva información que la compromete y la deja muy vinculada a estos hechos cuestionados por buena parte de la sociedad.
Entre este sábado y domingo, la diputada nacional Lourdes Arrieta, quien sería expulsada de La Libertad Avanza este martes, publicó una serie de chats de WhatsApp en los que se puede ver los preparativos para lo que fue la visita al penal de Ezeiza en julio pasado, cuando los legisladores libertarios se encontraron con genocidas como Alfredo Astiz.
Aunque eso no fue todo. Arrieta aseguró que las reuniones comenzaron en febrero de este año con el objetivo de crear un proyecto que les permita a los genocidas ser liberados.
«Es hora de que se sepa la verdad sobre quién autorizó y cuál era el verdadero motivo de la visita a los Genocidas», escribió Arrieta en uno de los hilos que realizó en su cuenta de X.
Según el relato de la diputada Arrieta, se trabajó en principio con un proyecto que tenía «el fin de regular el plazo razonable de los procesos y modificar la Ley de Ejecución Penal, el Código Penal y Procesal Penal», y un decreto reglamentario «para incluir causas de lesa humanidad». Agregó que el proyecto buscaba «obligar a los jueces a conceder la prisión domiciliaria manifestando ‘los que están en cárceles irían a domicilio y muchos obtendrían la libertad’».
Arrieta además mostró chats donde el cura Javier Ravasi, uno de los organizadores de los encuentros y recientemente expulsado de la diócesis de Zárate-Campana, aseguraba que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estaba al tanto de la visita a los represores y había «arreglado» todo para que ocurriera sin inconvenientes. Otras capturas muestran que Fernando Martínez, director del Servicio Penitenciario Federal, también conocía la visita y trabajó para facilitar el ingreso de los legisladores al penal.
La diputada agregó que se organizó una reunión el jueves 14 de marzo en Montevideo 871 de la Ciudad de Buenos Aires. Fue una «reunión informal y reservada por tema proyecto milit», según consta en la captura de pantalla realizada por Arrieta.
En la reunión del 14 de marzo, los asistentes fueron notificando su llegada a través del grupo de WhatsApp en el que se comunicaban y que Arrieta divulgó este fin de semana. En una de las capturas de ese día jueves se ve un mensaje de Emilia Orozco: «Llegando». Luego, otra captura muestra que diez minutos después del primer mensaje, la salteña confirmaba su llegada: «Abajo», escribió, al igual que otros diputados, al anunciar su presencia en la vereda del lugar, mientras aguardaban que les abrieran la puerta, tal como les había pedido el sacerdote Ravasi.
La salteña Orozco queda así más comprometida con los hechos, ya que hasta ahora había negado formar parte, pese a que circuló un escrito oficial del Servicio Penitenciario Federal en el que su nombre aparecía en la lista de diputados y diputadas que visitarían el penal de Ezeiza. Orozco finalmente no acudió a la reunión con los militares condenados. Pero trabajó en la previa. Además, una vez conocido el encuentro, defendió la reunión y a sus pares.