*por Elvira Sastre – escritora española
A partir de la situación en Los Oscars, que se volvió viral, hay mil análisis posibles.
El humorista Chris Rock, fue uno de los anfitriones en la gala e hizo un “chiste” con respecto a la alopecia que padece Jada Pinkett. “Padece” porque así lo manifestó ella misma, el temita con su pelo, no es algo con lo que la compañera de Will Smith se sienta cómoda. Por cierto el actor, reaccionó dirigiéndose a la parte principal del escenario, a encontrarse con Rock, para darle un bife. El cachetazo se volvió viral.
La bofetada fue cuestionada por cientos de personas que repudian cualquier tipo de violencia, además, Will Smith empeoró la situación al tratar de explicar porqué reaccionó de esa manera. Habló “del amor que lo hace hacer locuras”. WTF?
Ante estas palabras, el análisis de la joven autora Elvira Sastre:
El amor no te hace cometer locuras. Eres tú, y solo tú, el que las cometes, da igual en el nombre de quién o qué. Es muy peligroso este mensaje: normalizar según qué comportamientos en base a algo externo como el amor, en este caso. Leo en redes algunos mensajes que ensalzan la reacción de Will Smith e incluso lo proclaman como ideal de pareja. ¿Desde cuándo la violencia? Da vergüenza y miedo. La inseguridad masculina también es un peligro.
Igualmente, masculinidades tóxicas aparte, ¿alguien le ha preguntado a Jada Pinkett su opinión o sigue siendo más importante la reacción de su marido?
Esto es fuerte, pero no sorprende. Después de la «broma» horrible y tremendamente irrespetuosa de Chris Rock, ella reacciona poniendo los ojos en blanco, lo que refleja un hastío propio de un cansancio crónico y acostumbrado, evidentemente fruto del machismo sistémico. Las mujeres estamos cansadas de que se ataque al físico, de las bromas que nos invalidan. ¿No os habéis visto en esa mirada? Creo que todas lo hemos hecho y nos sentimos identificadas en ese gesto.
Él, en cambio, reacciona con agresividad y frustración, incapaz de gestionar el ataque a «su» mujer y dejar que sea ella el sujeto activo de la situación, lo que no quiere decir en ningún caso que esté obligada a reaccionar. Parte de la opresión causa también la inmovilidad.
Este es un fiel reflejo de la sociedad y la educación recibida: hombre protagonista y narrativa sobre sus actos. Mujer faltada al respeto e invisibilizada. Ella hoy no es sujeto activo de la historia. El titular debería ser sobre la violencia ejercida sobre ella, el vídeo viral debe ser el de sus ojos en blanco y no tanto sobre la bofetada. Nada nuevo.
Y por supuesto que no todo vale: ni en el amor ni tampoco en el humor.
Veremos si sale algo de aquí...