La vicepresidenta Cristina Kirchner trata de evitar por todos los medios su propia candidatura y su círculo más íntimo apoya su decisión. Pero los seguidores de Máximo la empujan y la oposición la desafía.
Todos saben que desafiar a Cristina es asegurarse la pelea. No es la ex presidenta, de las que rehúyen un convite ni mucho menos. Desde el lado de la oposición, suele ser Patricia Bullrich la que más “le moja la oreja”, y según pudo escucharse en entorno, las razones son variadas y todas atendibles: “Por un lado si debatimos con Cristina y la obligamos a responder, nos ponemos por encima de nuestros rivales en la interna”, explica el colaborador.
“También, si provocándola conseguimos que se suba, ellos van a tener algunos votos más, pero nosotros vamos a concentrar el enorme rechazo que genera. Estamos en capacidad de desafiarla mejor incluso que (Javier) Milei y recuperaríamos votos que se van para ese lado.
Y además, si sale bien y le ganamos, Patricia sería quien derrotó a Cristina y terminó definitivamente con el kirchnerismo, empezamos haciendo historia”, dice el estratega cercano a Bullrich. Esto último, le hace brillar los ojos de emoción al interlocutor.
Pero por ahora, Cristina no cede y todo indica que no lo hará. En su entorno más íntimo aceptan que lo mejor sería no presentarse a presidente, competir por la senaduría y, desde la Cámara Alta, colaborar al armado de una sucesión que pueda mantener el control del peronismo, pero ya si una presencia tan activa de la vicepresidenta.
“Dice que ya hizo demasiado por el país, que tiene demasiados frentes y una campaña es una batalla demasiado desgastante. Se siente grande para eso. Lo que no va a permitir es que el traidor que está hoy en el gobierno (se refiere claro al actual presidente), sea el candidato”, dicen en las cercanías de la mujer más fuerte de la política en la historia argentina.
La Cámpora quiere que Cristina Kirchner revea su decisión y sea candidata en las presidenciales de este año
Presión de La Cámpora para que Cristina Kirchner sea candidata
Sin embargo, La Cámpora no ceja. Tanto Andrés Larroque, como su propio hijo Máximo empujan un operativo clamor que no termina de ser tal.
En definitiva, es un clamor muy sectorial, no se están subiendo los gobernadores, al menos no en modo explícito y son solamente los intendentes que responden a Axel Kicillof los que periódicamente se manifiestan a favor, no porque les interese tanto Cristina, sino para “salvar” a Axel de tener que hacerse cargo de la postulación presidencial, algo que parece cada vez más lejano.
Incluso estos últimos despiertan ciertas sospechas. En el Instituto Patria por ejemplo, apuntan a Jorge Ferraresi, jefe comunal de Avellaneda.
“Tiene dos caras. Habla de Cristina, pero a la hora de hacer, lo que hace es darle heladeras a (Emilio) Pérsico para que haga campaña. Muchos están poniendo huevos en todas las canastas”. Pérsico, líder del Movimiento Evita, es uno de los enemigos acérrimos de La Cámpora.
Otra de las cosas que inhibe a Cristina es la brutal batalla que detrás de su candidatura, se desataría en el peronismo. Ella no va a poder armar todas las listas como siempre ha hecho. Debajo de su boleta presidencial, habrá multiplicidad de opciones en las PASO, que nadie sabe como terminarán. E incluso ganando, posiblemente tenga que administrar un caos similar al que le tocó a Alberto Fernández. Con unos peronistas desafiando a otros y muchos, desafiando a la propia presidenta, en caso de serlo.
Es que el Evita, por ejemplo, no va a dejar de intentar ocupar espacios de poder, entre ellos varios municipios clave, como La Matanza y otros más. De hecho, la alianza con Ferraresi tiene como fin que no le pongan candidatos al viejo caudillo en Avellaneda. Todos, de algún modo, tratan de “comprar” a la única agrupación que creció de la mano de la presidencia de Alberto, simplemente porque este le “donó” la administración completa de los planes sociales, en un momento en que media Provincia de Buenos Aires vive de planes.
Patricia Bullrich desafía a Cristina Kirchner para que se presente a las elecciones 2023
Por otro lado, para Cristina es inviable pensar en ir a perder con Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta. “Siente que va a la pelea con un rival inferior y que por circunstancia coyunturales, casi todas atribuibles a Alberto, tiene todas la de perder. Encima (Mauricio) Macri, no nos está haciendo el favor de lanzarse, porque ahí si Cristina podría verse alentada por un rival con similar imagen negativa y que encima representa con claridad el enfrentamiento a matar o morir de dos modelos”, dice una fuente del Patria.
Las posturas en La Cámpora
En La Cámpora además, también hay vertientes diferentes. Existen quienes, como Larroque, creen que todavía Cristina podría ganar y empujan y otros que estiman que la elección está perdida, se presente quien se presente, y que lo que hay que hacer es empezar a posicionar a alguien para que tome la posta, esté en capacidad de liderar la oposición e implique un recambio generacional de cara a 2023.
Esta postura, es la del sector que sigue de cerca a Eduardo “Wado” De Pedro, no sin interés personal claro: el mismo se considera esa figura de recambio.
Cerca de la ex presidenta, dicen que si Macri no se postula, lo único que podría “obligar” a Cristina a ir a la PASO, es que nadie más quiera hacerlo dado que las cosas van de mal en peor, y que el único candidato oficialista en las primarias termine siendo Alberto Fernández, asegurándose así, la candidatura por el espacio.
“El tema es que alguien quiera ir. Porque ante la catástrofe todos rajan. Sergio (Massa) hasta hace un par de meses parecía a punto de caramelo para empujarlo a competir, pero ahora, con los números de inflación que está teniendo, sería un bolud…si se presenta, mejor esperar a 2023 a ver si los que vienen hacen un desastre peor. Wado quiere, pero si los números le dan perdiendo con el propio Alberto no sé que va a hacer, porque perder con este tipo es un estigma que nadie quiere en su carrera política, ¿vos te imaginás como sería el futuro de un político que pierda con un meme? Coqui (Jorge Capitanich, gobernador de Chaco) la juega de “tapado” y podría ser una opción, y al final está el Pichichi (Daniel Scioli) que quiere ser el candidato de la unidad, pero es otro Alberto”, sintetiza la calificada fuente sobre la situación interna.Te puede interesar
Por ahora Cristina no se sube. Es cierto, la vicepresidenta está acostumbrada a dar golpes de efecto estratégicos cuando nadie lo espera, como cuando postuló a presidente justamente a Fernández, en fórmula con ella misma, después de que el jefe de Gabinete de Néstor la atacara durante años en cada oportunidad que tuvo. Claramente, no fue una genialidad en términos de gestión, pero si términos electorales porque le permitió captar votos que impensablemente, volvieron al PJ. Todavía hay tiempo, pero no tanto.
Fuente: IProfesional