El Gobierno apurado por quitar derechos laborales

Patricia Bullrich pretende sancionar la ley antes de fin de año. Los especialistas advierten que puede llevar los despidos a niveles históricos.

El Gobierno presentó el informe final del Consejo de Mayo y pisa el acelerador para cerrar el año con dos pergaminos: el primer presupuesto de la gestión libertaria y la flexibilización laboral, ambas iniciativas exigidas por Washington. Patricia Bullrich busca posicionarse como la única interlocutora del debate y presiona para que Villarruel —recién regresada de España— habilite el armado de las comisiones y gire el proyecto. El calendario de la exministra de Trabajo durante el fallido gobierno de la Alianza es ambicioso: dictaminar a fines de esta semana y llevar la reforma al recinto el próximo 19 de diciembre. El apuro desconcierta incluso a los más dialoguistas, que no comparten la necesidad de un “debate exprés”. El peronismo afina sus propuestas para meterse de lleno en la discusión que tiene en el centro la recomposición salarial y la reducción de la jornada laboral, a contramano del proyecto oficialista. “Buscan consolidar un modelo de precarización donde los trabajadores seguirán retrocediendo: menos derechos, más horas de trabajo, salarios más bajos”, adviertieron desde ese espacio. La CGT faltó a la presentación del informe final en la Rosada y convocó de urgencia al Consejo Directivo para definir los pasos a seguir.

Son horas frenéticas. Los diputados y senadores electos en octubre asumirán este miércoles sus bancas, pero la guerra por el reparto de comisiones ya comenzó. La Casa Rosada instruyó a Martín Menem y a Patricia Bullrich para avanzar con la media sanción del presupuesto y de la reforma laboral antes de la Navidad: el regalo de Milei que recorta derechos a los trabajadores con la expectativa de que los empleadores contraten más. Con las fiestas de fin de año en el medio, el oficialismo tiene apenas diez días para cumplir con la meta y chocará con un recinto que no comprende la urgencia del Gobierno aún cuando comparte la necesidad de modernizar la legislación laboral.

De las dos iniciativas, la Ley de Leyes tiene el camino algo más allanado y el riojano se encamina a aprobarla en la Cámara Baja entre el 17 y el 18 de diciembre. En el caso de la reforma laboral, Bullrich aspira a que mañana mismo estén conformadas las comisiones de Trabajo y Previsión y de Presupuesto. Por reglamento, la cámara alta debe dejar pasar una semana entre el dictamen y la votación por eso los tiempos se acortan. No se descarta que la propia ministra —que esta tarde encabezó una reunión de bloque en el despacho de la puntana Ivana Arrascaeta— se quede con la presidencia de la comisión para darle ritmo al tratamiento. A todo o nada, Bullrich buscará sacar dictamen esta semana para llevar la reforma al recinto el próximo 19 de diciembre, una fecha sensible en el calendario nacional que también la tuvo como protagonista a fines de 2001.

En un despacho oficialista explicaron que recién “el jueves entrará formalmente la reforma laboral. Porque la tiene que firmar Milei que está de viaje”. Así todo, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, asistió al Congreso y le dio una clase magistral a la tropa libertaria para evitar paso en falso durante el debate. Oficialistas  y aliados reconocen que será difiicil cerrar el año con la reforma aprobada. Aún si los libertarios consiguieran la media sanción en el Senado, la discusión en Diputados pasaría para la prorroga de extraordinarias que podría ser a mediados de enero o directamente en febrero.

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