Javier Milei reúne al nuevo Gabinete en un gesto inaugural de la segunda etapa de Gobierno

Con Manuel Adorni como jefe de Gabinete y Diego Santilli en Interior, el Gobierno busca mostrar cohesión tras semanas de tensiones políticas.

El presidente Javier Milei abre la semana con una foto de orden. Convocó a su nuevo gabinete a una reunión en la Casa Rosada, la primera tras un recambio que dejó más señales políticas que administrativas. La cita se desarrolla desde las 9.30, en el Salón Eva Perón, y funcionará como el gesto inaugural de una etapa en la que el Gobierno intenta mostrar músculo propio después de meses de tensiones internas y alianzas precarias.

Participan del encuentro, además del Presidente, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y los ministros Diego Santilli (Interior), Luis Caputo (Economía), Pablo Quirno (Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto), Mario Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad) y Luis Petri (Defensa).

También están presentes las secretarias Karina Milei (general de la Presidencia) y María Ibarzabal Murphy (Legal y Técnica). Además, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el titular de la Banco Central de la República Argentina, Santiago Bausili; y el asesor presidencial, Santiago Caputo.

El único ausente es Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación) quien se encuentra de viaje en España, donde participará de la Conferencia Internacional de Banca 2025 organizado por el Banco Santander.

El encuentro llega luego de un fin de semana cargado de designaciones: Manuel Adorni asume como jefe de Gabinete, en reemplazo de Guillermo Francos, y Diego Santilli ocupará el Ministerio del Interior. El movimiento es más que un simple corrimiento de fichas. Es un reacomodo del triángulo de poder que había comenzado a resquebrajarse tras la última elección, con Karina Milei, Santiago Caputo y el propio Presidente en la cúspide del esquema.

Adorni, el vocero convertido en funcionario clave, representa una jugada simbólica. Su ascenso al Gabinete traduce la intención del Presidente de mantener el control del discurso y reforzar la centralidad comunicacional del gobierno. La “gestión federal y de consensos” que el propio Adorni anticipó suena más a consigna que a programa, pero marca un intento de oxigenar la imagen de una administración que hasta ahora se movió entre la confrontación y el desgaste.

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