El mandatario ultraderechista volvió al prime time tras su viaje a Washington, reivindicó el respaldo del magnate y el Tesoro norteamericano, y aseguró que «la inflación sigue bajando pese a los ataques». Además, defendió a Espert tras su renuncia a la candidatura a diputado bonaerense: «No creo que tenga vínculos narcos».
Javier Milei regresó al país tras su reunión con Donald Trump en la Casa Blanca y volvió al prime time televisivo con una mezcla de euforia y autodefensa. Con el fibrón que –según dijo– se trajo del Salón Oval en la mano, el mandatario ultraderechista afirmó: “La reunión con Trump fue inédita e histórica para los estándares de la Argentina. Lo que se demostró es que Estados Unidos me apoya a mí”. El entusiasmo, sin embargo, se fue diluyendo a medida que las repreguntas incomodaban su discurso.
Washington y el «apoyo total»
Milei inició la entrevista con una larga reflexión sobre la política exterior estadounidense. “Antes descuidaba a sus aliados y trataba de convencer a quienes lo combatían. Ahora cambió. Con Marco Rubio como secretario de Estado, eso cambió. Él conoce la batalla cultural, el caso Cuba… y ahora premian a los aliados. Los que no son amigos, no son amigos”, dijo.
A partir de allí, hilvanó una serie de afirmaciones en las que buscó ratificar el respaldo del mandatario republicano: “Esta reunión fue histórica. Me recibió el presidente después de lograr la paz entre Israel y el Estado terrorista de Hamas. Nosotros lo propusimos para el Nobel de la Paz, ¿entiende? Este acto de Trump fue histórico”.
En referencia a la dura respuesta del mercado, tras la reunión con Trump, Milei apuntó contra los medios: “El promedio de los periodistas hizo un acto malicioso. Después el propio Trump lo aclaró: manifestó un apoyo total y absoluto a mí. No hay dudas de eso. Cualquiera que vio la reunión completa no puede tener dudas. Hicieron un recorte malicioso, porque acá el status quo quiere que me vaya mal. Es claro: mientras yo esté en el poder, Estados Unidos me apoya. El apoyo es total y absoluto. Hasta 2027. Y si soy reelecto, igual”.
Según el mandatario, Trump “quiso impulsar a los argentinos a seguir por el lado de la libertad”. Y añadió: “El punto es muy claro: él la batalla cultural la tiene clara, me apoya a mí”.
Promesas económicas y justificaciones
Ante una consulta sobre si su encuentro en Washington implicaba un rescate financiero, Milei ensayó una respuesta confusa: “Es muy difícil esto, porque esto lo hicieron desde la posición de los economistas. Salvo dos, erraron todos, porque son deshonestos intelectualmente. El swap no es deuda. Es un préstamo que queda sujeto a que lo tomemos, si no lo usamos, esta ahí. No es un rescate financiero«.
Agregó que “el dinero que nos dieron es para pagar deuda” y que ese movimiento “es para bajar el riesgo país”. Luego intentó mostrar resultados: “El número de pobreza es aberrante, pero logramos quebrar el 30 por ciento. Sacamos a 12 millones de la pobreza”.
Entre sus proyecciones, lanzó una promesa: “Si seguimos en esta línea, en 40 años podemos ser el país con mayores ingresos del mundo”. Y, a modo de advertencia electoral, remató: “Lo malo se termina cuando pase la elección. Todos sabemos que hace falta una reforma laboral, tributaria y fiscal”.
«La culpa la tiene el Congreso»
A medida que avanzaba la entrevista, el presidente se mostró cada vez más nervioso. Se trabó en varias oportunidades, repitió frases inconexas y volvió a cargar contra la oposición: “Fíjese la robustez del programa: hace dos meses somos atacados y aun así la inflación bajó. Sigue en 2,1. Pusimos en orden la cuestión, pero la oposición nos ataca desde marzo. Nunca pasó algo así en la historia del Congreso, tan agresiva. Ellos transgreden, votaron aumentos de gasto sin contrapartida de ingresos”.
También se despegó del manejo monetario: “Las Leliq son mis decisiones. El descalabro lo hizo la oposición con 40 leyes para destruir lo que construimos”.